DESCUBRE NUEVAS OPORTUNIDADES, no todo en la vida son deudas.

Decidí crear este sección, porque es muy común que cuando nos sentimos hundidos emocional, anímica y/o económicamente, pensamos que no hay forma de salir adelante y hemos llegado al final del camino y no hay salida.

Siempre hay una salida y debemos no solo pensar que no saldremos de esto, sino todo lo contrario, enfocarnos y descubrir de que toda adversidad siempre hay algo o alguien que nos ayudará a salir adelante, lo importante es estar preparados para descubrir esa nueva oportunidad.

Me permito empezar esta sección con la historia de un Señor que vendía Gorditas (En mi tierra, Gorditas son una especie de tortilla pequeña pero más gruesa que se abre por dentro y se rellena con guisados de distintos tipos):

Hace unos 25-30 años, un señor muy pobre tomó una hielera y tomaba el camión, para llegar a la Universidad Autónoma de TAmaulipas, porque después de pedir permiso a la facultad, entraba a vender sus gorditas a los estudiantes.

Así estuvo algún tiempo (por desgracia desconozco el tiempo exacto), vendiendo a los estudiantes en las mañanas y tardes y regresando a su casa para preparar la venda al día siguiente.
En la madrugada se levantaba a terminar lo necesario y volver a salir en camión a vender su producto a los estudiantes.

Apenas sacaba para comer, pero tenía un ingreso fijo y seguro.... o al menos eso creía él.

Un día la universidadd o los porros o los influyentes de la misma, vieron que era una oportunidad de ingreso poner una cafetería y quitar al sr que vendía gorditas. Y de pronto nuestro amigo s vió sin permiso de vender gorditas en la facultad, sin un ingreso fijo, con su producto pero sin clientes a quien vender.

Tuvo que salir de la universidad, y apenas estaba llorando su pena, cuando decidió ponerse a vender lo que le sobraba de producto ahí mismo, en plena calle.

Resulta que cruzando la calle está la Distribuidora Corona, ahí en la banqueta empezó a vender su producto. Terminó la venta, y al dia siguiente triste volvió a llegar al mismo lugar.

Al poco tiempo ya no llegaba en camión, pues compró su bicicleta y podía llevar 2 hieleras, pues empezó a vender más.

Luego llegaba en una camionetita vieja con 4 hieleras. Al tiempo tuvo que dar varias vueltas para traer más producto.
Luego rento un terreno que estaba junto a la banqueta, al tiempo puso un toldo, que fué cuando yo lo conocí, y todos les deciamos LAS GORDITAS DE LA CORONA (porque estaban a un lado de la Cervecera).

Al rato hizo su casita de madera, y no quiero hacer un cuento largo, porque hoy tiene al menos 4 ó 5 sucursales muy bien montadas

Para dar una idea de lo que vendía, puedo decirles que yo le vendía 100 litros de agua para hacer la salsa, pues yo tenia una purificadora.

HOy quiero recordar lo que me dijo hace tiempo:
“no sabes cómo le agradezco a Dios que me hayan corrido de la universidad, aunque en ese momento me quise morir; pero si no me corren, hoy seguiría vendiendo gorditas tal vez en una bici dentro de la universidad y solo a los estudiantes... Hoy gracias a que me corrieron, mi mercado es todo Tampico, Madero, Altamira.”



Las cosas pasan por algo.